mi nombre es Cecilia Patricia Arteaga Altamirano y en este parcial trabaje con mi compañero Ismael Sonck Perez somos del grupo 3IM8



bloque 4










"En la sociedad

hay que regirse por valores para conseguir la felicidad , hay que enfrentare a

los problemas, a los sentimienots, y defender tus propias convicciones, dejar

fuir por elemntos materialistas o vanidades de la sociedad"


Ensayo


La Clonacion

Para poder hablar sobre este tema primero tenemos que saber que es la clonación
El término clon procede del griego “clon” que significa esqueje. De hecho, cuando a partir de un fragmento de planta, como por ejemplo un geranio, obtenemos una planta nueva estamos fabricando un clon. Clones son por tanto aquellos de organismos de idéntica constitución genética procedentes de un único individuo mediante multiplicación asexual, siendo a su vez iguales a él. La clonación es entonces el proceso de producción de clones, por el cual sin la unión de dos células sexuales se obtienen seres idénticos genéticamente.


En la naturaleza se producen de forma natural y esporádica clones de animales superiores. Es el caso de los gemelos monocigóticos que se producen sin intervención humana directa como consecuencia de una división espontánea del zigoto. Los gemelos monocigóticos tienen la misma dotación genética y son por tanto iguales entre sí (clones) aunque distintos a sus progenitores.
La técnica de clonación más relevante y prometedora es la de transferencia nuclear (TN). La TN consiste en la sustitución del núcleo celular de un óvulo por el núcleo de una célula con una dotación cromosómica completa. La célula donante del núcleo puede ser una célula ya diferenciada, “madura”, de cualquier otro tejido (intestinal, de tejido mamario, piel) aunque también pueden utilizarse para este fin células procedentes de un embrión.

Fue con esta técnica con la que Iam Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo, consiguió la clonación, en 1997, del primer mamífero superior: la oveja Dolly. Poco después un grupo de la Universidad de Hawái, codirigidos por Teruhiko Wakayama y Riuzo Yanagimachi, empleando el mismo procedimiento obtuvo clones de ratones y clones de los clones. Hasta ese momento el único antecedente de clonación conocido fue la clonación de ranas hasta la fase de renacuajos que publicó en 1975 el embriólogo John Gurdon, del Medical Research Council de Cambridge. Sin embargo, cuando este y otros investigadores intentaron lo mismo con mamíferos, no se obtuvieron resultados, lo que llevó pensar que, en este aspecto, los embriones de rana se distinguían de los de otras especies y que no era posible obtener clones de otros animales por este método. El nacimiento de Dolly vino a demostrar que esto no era cierto, abriendo un campo inmenso de nuevas posibilidades.

• 1997
El nacimiento de la oveja Dolly demuestra la viabilidad de clonar un mamífero mediante la transferencia del núcleo de una célula adulta.
• 1998
Se logran aislar y cultivar por primera vez células madre de embriones y fetos humanos.
• 2001
Se realiza el primer intento por recuperar una especie extinguida mediante la clonación.
También se obtienen 41 nuclóvulos humanos (óvulos cuyo núcleo ha sido sustituido por el de una célula adulta) de los que sólo uno alcanza el estadio
De desarrollo de seis células.
• 2002
Se consigue crear un riñón funcional de vaca mediante el desarrollo de células
Madre clonada.
• 2003
Un paciente de 43 años recupera la visión mediante un trasplante de las células madre que existen en el ojo. Se descubre que células madres humanas inyectadas en el corazón infartado de ratones se transforman
En músculo cardíaco y en vasos sanguíneos.
• 2004
La revista Sáciense publica la investigación en la que se consiguieron los primeros nuclóvulos humanos que se desarrollaron hasta el estadio de blastocisto, y de los que se lograron obtener células madre que se transformaron en diferentes tejidos.

Un motivo es que la clonación terapéutica produce blastocistos que deben romperse para que sus madre puedan generar tejidos; y si ese blastocisto
Hubiera sido implantado en el útero quizás se podría desarrollar hasta formar un ser humano. La respuesta ética a este hecho depende de cómo se valore y defina un embrión humano. Quienes consideran que el cigoto es un ser humano desde la fecundación califican la clonación como algo totalmente inaceptable. Por el contrario, quienes entienden que el embrión se origina cuando el blastocisto se implanta en el útero, no ven objeciones a estas investigaciones. Otro motivo es la posibilidad de que la clonación reproductiva pudiera emplearse para conseguir personas con determinados genes o para manipular embriones humanos

En el instante que se hizo público el nacimiento de Dolly se reanimó la carrera por obtener el primer clon humano. Sólo un año después Michael West, presidente de Advanced Cell Technology, anunció que su empresa obtuvo un embrión humano clonado por transferencia del núcleo de células de piel humana al óvulo de una vaca. En este caso el embrión se desarrolló durante doce días antes de detener el experimento.
En el año 2000 un consorcio científico privado liderado por los doctores Panaiotis Zavos (Centro Kentucky para la Medicina Reproductiva y la Fertilización in vitro) y Severino Antinori, experto en fertilidad humana, a los que posteriormente se unió la Dra. Cristine Boisselier, directora de la firma Clonaid, anunció planes para clonar seres humanos de parejas estériles sin posibilidad de procrear.
El último hito en esta secuencia de acontecimientos se ha producido este mismo año, cuando Advanced Cell Technology comunicó la obtención del primer embrión humano clonado con objeto de obtener de las mismas células madres. Esta empresa, después de asesorarse sobre los aspectos éticos del procedimiento recolectó óvulos de mujeres anónimas sanas de edades comprendidas entre los 24 y 32 años que habían sido madres al menos una vez. Simultáneamente tomaron muestras de piel de otros donantes anónimos que posteriormente servirían para aportar los núcleos. Los donantes de núcleos fueron individuos de distintas edades, sanos unos y pero con diabetes o lesiones de médula espinal otros, ya que estos serían los primeros candidatos a beneficiarse de la clonación terapéutica. El único embrión conseguido exigió la formación de 71 zigotos.
Paralelamente al anuncio de estos resultados se ha reanimado un debate sobre los aspectos éticos de la clonación humana en sus dos variantes, la reproductiva y la terapéutica, y sus implicaciones económicas, sociales y políticas. En este debate se han esgrimido razones a favor y en contra de cada una de ellas y desde distintos puntos de vista.

La clonación terapéutica es la que cuenta con más partidarios, entre ellos la mayor parte de la comunidad científica. El argumento principal a su favor es que servirá para avanzar en el tratamiento de numerosas dolencias y enfermedades, así como en los procedimientos de fertilización in vitro. Los tejidos embrionarios clonados pueden ser usados para la sustitución de tejidos enfermos; para la producción de proteínas de uso terapéutico, el diagnóstico de enfermedades, el diseño de tratamientos de prevención de enfermedades genéticas, ensayos de medicinas y procedimientos médicos, etc. La clonación reproductiva tiene sin embargo muchos menos defensores. Entre estos se sitúan aquellos que esgrimen razones de índole personal: la clonación de adultos representa una salida para aquellos que por diversas razones deseen niños o adultos genéticamente idénticos a ellos mismos o a alguien a quien quieren o admiran. En este caso la clonación se justifica como una expresión de la libertad reproductiva individual que no debe estar limitada por la legislación.
Así como hay consenso generalizado en la comunidad científica y en la sociedad sobre la conveniencia y utilidad de la clonación terapéutica, casi la misma unanimidad se da sobre la inutilidad e inconveniencia de la clonación reproductiva. La primera razón de peso que la desaconseja desde muchos puntos de vista se refiere al carácter experimental de las técnicas empleadas y al elevado riesgo de fracasos y de seres humanos defectuosos. Además esta baja tasa de éxito precisaría emplear un elevado número de embriones, lo que agudizaría el problema del almacenamiento y uso de los embriones sobrantes. La clonación reproductiva pasaría a convertirse en un acto más de consumo: algo que se compra para adquirir un bien material; en este caso un ser humano idéntico a otro. En este escenario es posible imaginar un mercado de genoma, en el que se valore a los donantes dispuestos a permitir su clonación a cambio de dinero: estrellas de cine, atletas, premios Nobel, etc. Se produce también un conflicto de derechos individuales. Al derecho individual de reproducción esgrimido por los defensores de la clonación reproductiva se contraponen otros derechos de los que es titular el recién nacido. Así la clonación por transferencia génica a un óvulo previamente anucleado atenta contra el derecho del futuro hijo a tener un padre y una madre biológicos-genéticos. Por último no es descartable que los clones lleguen a ser considerados ciudadanos de segunda clase; en algunos casos engendrados con una única finalidad, la de servir de proveedor de órganos de repuesto.
Desde una perspectiva religiosa la posición común es de rechazo. Para la Iglesia Católica y también para la mayoría de las confesiones religiosas la vida humana es única y especial y sólo puede ser creada, determinada o controlada por sus deidades correspondientes. Esto les lleva a oponerse a la clonación humana en cualquiera de sus variantes, incluida la clonación terapéutica. Muchas religiones creen en la existencia e individualidad de un alma humana, por lo que de ser llevada a cabo la clonación reproductiva plantearía debates inusitados hasta ahora. Por ejemplo, ¿tendría alma un ser humano clonado? ; O dicho de otra manera, ¿sería posible clonar a la persona pero no al alma? En este aspecto la posición más extrema y heterodoxa es la que presenta el culto religioso de los raelianos. Para este grupo la vida en la tierra fue creada en laboratorios por seres extraterrestres. Los grandes profetas y fundadores de credos religiosos como Buda, Mahoma o Jesús son clones de seres superiores traídos a la tierra. En su concepción la resurrección de Jesús es interpretada como una clonación. Para los seguidores de esta doctrina la clonación permitirá a la humanidad en un futuro próximo alcanzar la vida eterna por la vía de la clonación. El próximo paso, una vez conseguida la clonación reproductiva, sería clonar a una persona adulta de forma directa y sin tener que pasar por el proceso de crecimiento. Se transferiría la memoria y la personalidad del individuo al clon; de manera que, en esta suerte de reencarnación, despertaríamos después de la muerte en un nuevo cuerpo tal y como si nos acabáramos de despertar de un sueño.
La clonación humana puede ser un futuro hecho, con el avance de la tecnología con respecto a la clonación, muy pronto se podrá lograr general partes humana para usos medicinales ya que en un futuro van a ser útiles
debido a la sobrepoblación y la disminución del índice de mortandad.
Pero un aspecto que representa mucho al libro de “un mundo feliz” es que debido a la capacidad de la creación de humanos por el propio humano a través de la clonación se genera un control, creando una desigualdad. Es un aspecto ético que se debe de tomar en cuenta, ya que delimita ese aspecto.
referencias
•Clonación ( Mclaren Anne). Ed: editorial complutense 2003
•El bebe perfecto: Tener hijos en el nuevo mundo de la clonación y la genética ( Mcgee Glein) Ed: editorial gedisa 2003
•De clain a la clonación: ensayos sobre el limite, lo prohibido y lo posible (V.V.A.A)
•Clones y clones: hechos y fantasia sobre la clonación humana. (V.V.A.A) Ed: editorial catedra S.A 2000
•Informe sobre la clonación en las fronteras de la vida (V.V.A.A) Ed: Doce Calles 1999
•Genética clonación y bioética ¿cómo afecta a la ciencia a nuestras vidas? (Sommer Susana) Ed: editorial Biblos 1999
www.casalibro.es